CRIANZA RESPETUOSA Y JUEGOS DE ROL

CRIANZA RESPETUOSA Y JUEGOS DE ROL

El juego es el principal canal de apego entre padres y sus hijos. Jugar es una de las experiencias primordiales en la vida, y está íntimamente relacionada con el crecimiento, la salud y el bienestar de los niños.

Las nuevas tendencias nos invitan a usar el juego como herramienta para acercarnos a nuestros hijos, usando un lenguaje común en esta instancia, que baila con la fantasía y nos permite comunicarnos de forma fluida y relajada con ellos, que a la vez les da seguridad para expresarse y enriquecer nuestra relación con ellos.

Para Gillian MacNamee, profesora de Erikson Institute de Chicago, el juego es uno de los cuatro indicadores básicos de la salud del niño, junto con el modo en que éste come, duerme y gestiona el uso del baño. Teniendo en cuenta el papel central del juego en el desarrollo del niño, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para apoyarlo y promoverlo.

Otro aspecto básico de la primera infancia que está estrechamente vinculado con el juego es la capacidad del niño para imitar a los adultos en sus tareas y recrear esas tareas en su propia situación de juego. Es por esto que los juegos de rol, idealmente de madera, estimulan la creatividad y recrean las situaciones que ellos experimentan a diario en su realidad, en su entorno.

Para la educación Waldorf,  es fundamental que los juguetes sean simples y de esta forma fomenten la creatividad de los niños, así los pequeños pueden usar su imaginación para crear otros objetos.

Junto con la capacidad de imitación del niño existe otra capacidad también importante: una profunda sabiduría que guía cada paso de su desarrollo. Todo niño sano sabe cuándo darse la vuelta, cuándo incorporarse y cuándo caminar. ¿Cómo sabe qué hacer? Ni se lo enseñan ni lo aprende por imitación. Más bien se trata de una profunda sabiduría que hay en el interior de cada niño y que le guía a través del camino de su desarrollo y crecimiento físico. Esta misma sabiduría está en funcionamiento cuando los niños juegan, les ayuda a seleccionar los escenarios de juego que necesitan para alcanzar los siguientes pasos de desarrollo, incluyendo aquellos que se necesitan para la curación. Los niños a menudo recurren al juego simulado para resolver los problemas que les molestan. Puede que no sean capaces de expresar el problema a través de un lenguaje racional, pero lo expresan en el juego.